domingo, 4 de octubre de 2009

Sevilla 2016

Quienes vivimos en Sevilla hemos tenido ocasión en las últimas semanas de asistir a una campaña en contra de la candidatura madrileña a ser sede olímpica en 2016 que no deja de resultar, cuando menos, reveladora. Según leo, el mismo logotipo se ha utilizado también en la propia capital, aunque en aquel caso la campaña tenía un sentido claramente distinto, y no es a eso a lo que voy ahora mismo. De hecho, no tengo datos suficientes para juzgar la conveniencia o no de que se hubieran llegado a celebrar allí las olimpiadas; personalmente, me habría gustado, pero ni me iba la vida en ello ni pensaba realmente que fuera a ser posible. También desde Cataluña (espero que se me perdona la ofensiva grafía elegida) se ha enarbolado este símbolo, aunque en esta ocasión con el típico "argumentario" político que ustedes podrán fácilmente imaginar y que tan cansino resulta ya.

Pero hoy me quedo en lo local. Lo que me ha resultado interesante de la campaña sevillana es todo lo que permite vislumbrar, respecto a esta ciudad, acerca de esa cosa que ha dado en llamarse idiosincrasia. Rasgos que quedan bien retratados y que, por lo demás, no dejan de ser endémicos y probablemente extrapolables al resto del país. La esencia del movimiento venía a ser un "a Madrid que le den, que nos robaron la candidatura olímpica". Toda una muestra de esa tendencia tan nuestra a despreciar cualquier valoración del esfuerzo y de la competición por lograr ser el mejor, en aras de una difusa y poca definida noción de lealtad que, a juzgar por lo que se oye últimamente, debe consistir en un equivalente pretendidamente adulto al clásico "yo me lo he pedido primen" de cuando nos disputábamos con nuestros hermanos el asiento delantero del coche. El mérito y el hacer las cosas bien, ya se sabe, están más bien desprestigiados. Poco o nada importa el que una candidatura sea mejor o peor o el que, en aplicación de la lógica más elemental, cualquier ciudad deba tener la posibilidad de optar a la candidatura si demuestra que está en mejores condiciones de preparar los juegos, sin deberle nada a nadie, y mucho menos un "respeto" así definido. Y desde luego, menos aún importa eso que llaman deportividad y que tanto valoramos en otros, pero que por lo visto no nos vemos obligados a encontrar en nosotros mismos. Que tengan buen perder los demás.

Es anecdótico, claro, pero a veces lo anecdótico resulta muy sintomático. No tiene importancia, probablemente, pero no deja de situarnos ante el espejo de nuestras tendencias más cainitas y del ombliguismo estructural de una ciudad incapaz de ver más allá de la Giralda. Una ciudad tan pueblo que sigue viviendo, a estas alturas, a la sombra del campanario.


Deportividad, madurez y buen gusto a partes iguales, 'miarma'.
(La imagen, obtenida en inicios.es)

6 comentarios:

  1. (Había escrito un comentario y ha desaparecido. Creo que se me ha olvidado darle a publicar después de iniciar sesión y todo eso. Lo intento de nuevo. Puaj.)

    Ya hablamos de esto ayer, y por tanto ya sabes lo que pienso. Se arguye que Madrid "se metió" en la carrera olímpica de Sevilla 2012, pero creer que Madrid fue la elegida en lugar de Sevilla sólo porque ellos son capital y nosotros no (siendo ese "ellos" y ese "nosotros" algo del todo incomprensible para mí) es un poco absurdo. Principalmente porque no podemos probarlo, y también porque es fácil. Fácil, como son (casi) todos los lloriqueos y proclamas anti-centralistas de esta ciudad centenaria, maravillosa en su arquitectura y no tan grandiosa en su composición humana, que es casi siempre lo que hace a las ciudades ser lo que son (lo que sean). Fácil, como es escudarnos en nuestra belleza y nuestro "arte" para justificar la cerrazón de miras y la absoluta incapacidad para abrirnos a otros lugares. Pero eso sería harina de otro costal (costal que ya analizaremos en futuros posts y conversaciones "cafeinadas" y llenas de humo :P).

    Yo no tenía especial interés en que Madrid ganara, tal y como tú has expresado. Pero me parecía que, de hacerlo, habría sido justo. Justo porque llevamos años reclamando un reconocimento internacional a nuestros MUCHOS logros deportivos (que es de lo que esto se trata... ¿no?) desde que en 1992 la otra ciudad grande de este país tuviera el lujo de celebrar unos juegos. Justo porque Madrid se ha preparado para ello, y se ha preparado bien. Pero, como todos sabemos, aquí hay mucho más de relaciones diplomáticas que de deporte. Y está bien. Madrid tendrá que cuidar esa parcela para futuras candidaturas. Lo harán los encargados de ello, que para eso les pagan, pero también podríamos hacerlo todos los españoles. Conceder la celebración de unas olimpiadas a un país Y UNA CIUDAD que cuatro imbéciles llenan de cortes de manga en contra de tal evento no parece muy lógico. Mejor dársela a los brasileños, que están locos de contento con ella.
    Y además allí se baila samba, que en el sur está muy bien vista porque se parece a nuestro flamenco. Y olé.

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  2. hola irene,

    soy paul, de inicios.es. te escribo porque cargas la foto desde mi servidor. en este caso (una buena causa), no me parece mal, pero sí te agradecería que no enlazara con la imagen, sino con la entrada a la que pertenece.

    en cuanto al tema de la entrada, no voy a entrar porque no tengo nada que ver personalmente con sevilla...

    un saludo y gracias,

    p.

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  3. Tienes razón, Paul. Arreglado :-)

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  4. Es curioso, para la última Olimpíada Matemática Internacional, España tuvo la oportunidad de ser la sede y después de meses preparándolo para Granada, al final se decidió en el último momento que fuera en Madrid.
    Sin embargo, estas cosas no interesan ni salen en las noticias.
    Ya me gustaría que se movieran los millones que se mueven para el ADO para otras cosas.
    Personalmente, mientras el sector privado y hotelero no pague las obras de la sede, que no me la pongan en Madrid, y que paren de una vez las obras.
    No a Madrid 2020, y vivo ahí.

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  5. Perdón, he meao fuera del tiesto.
    Es que estos temas me ponen mala... lo siento.

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  6. Jeje... No hay nada que perdonar, mujer. Como ya dije en el post, respecto a la celebración o no de las olimpiadas en Madrid no tengo mucho que decir, porque me faltan datos. Entiendo los argumentos en contra de muchos madrileños (y madrileños de adopción :-P), aunque también es verdad que creo que un acontecimiento así nunca le viene mal a una ciudad, ni por extensión a un país. Pero no tengo una opinión especialmente definida; simplemente me toca las narices la actitud del sevillanito típico, que tiene poco que ver con esos argumentos (que se pueden compartir o no, pero esa no es la cuestión) y que además se manifiesta en muchas otras ocasiones. No es que sea ninguna novedad, pero, como dices tú en referencia a otras cosas, "estos temas me ponen mala" ;-)

    (Por cierto, espero que no te molestes si te digo, respecto a la mención a la olimipiada matemática, que qué friki eres, jiji :-P Un besito, guapa.)

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