martes, 2 de septiembre de 2008

El toro del Che, o algo así

Hola Benicio. Una pregunta muy simple, ¿qué sientes tú por el Che, qué te trasmite? ¿Qué sientes al ver su cara estampada en la camiseta de algún joven al cruzártelo por la calle? Macalla

Por lo general creo que quien tiene una camiseta del Che entiende por lo menos la esencia del Che. A lo mejor no saben detalles, pero entienden que es una persona que no vendió sus principios, nunca los abandonó. Fue coherente. Creo que todos los que tienen esa camiseta entienden eso.

Benicio del Toro dixit, y esta es la persona que se va a encargar de dar cuerpo al personaje. Efectivamente, él y los de las camisetas comprenden tanto la esencia del Che que lo han convertido en uno de los objetos de marketing más vendidos por el capitalismo internacional. Por lo demás, todo lo que hasta el momento sé de la película anuncia la idealización barata y el romanticismo de siempre. El Che, ese héroe. Salvo que esta gran reconstrucción cinematográfico-histórica con la que vuelve a deleitarnos la cultura popular occidental termine subvirtiendo los esquemas de todo lo que se ha hecho hasta ahora, me temo que Del Toro es un magnífico actor con el ligero problema de que va a interpretar un personaje que nunca existió.





El País (cosas que pasan) publicó una vez un editorial que una servidora hubiera firmado gustosa, y las fuerzas reactivas-progresistas se alzaron de inmediato, indignadas. En política como en Historia, nada más peligroso que el romanticismo y la mistificación.

Hablaba Furet, en esa maravilla que es El pasado de una ilusión, del embrujo universal de octubre, de la fascinación ejercida durante medio siglo por la idea comunista y por la imagen del marxismo-leninismo sobre la intelectualidad occidental. Impermeable a la realidad, esa visión falseada y falsable de lo que fue la URSS ha sobrevivido hasta nuestros días en esa misma juventud de camisetas del Che y chapitas con las siglas CCCP. Tenía razón el francés al observar esa transmisión de generación en generación, aunque tal vez ni él mismo creyó que la magia fuese a ser capaz de seguir viva tanto tiempo:

(...) la Unión Soviética de Lenin se instaló en el puesto de piloto del progreso humano, en el lugar que le conservó, fresco, desde fines del siglo XVIII, la Francia de la Revolución.
No creo que antes de nuestro siglo existan otros ejemplos de este ascenso súbito de una nación en el imaginario colectivo de los hombres, de la situación de país atrasado a la condición de Estado-faro. En cambio, en nuestro siglo existen varios. Después de que las revelaciones de Jrushov empañaron la imagen de la Unión Soviética, la China de Mao la relevó por un momento en ese papel, para no hablar siquiera de la Cuba de Castro. Esta cascada de modelos lejanos no sólo expresa la reducción de la esperanza revolucionaria a lo largo del siglo. Su constancia y su duración, su supervivencia a los desmentidos de la experiencia también revelan su profundidad. Privado de Dios, nuestro tiempo ha divinizado la historia como el advenimiento del hombre libre.

En efecto, pura religión. Y el Che su profeta.


EDIT: Informa Eliahh de la procedencia dudosa de la imagen que enlazo más arriba. Las explicaciones y disculpas pertinentes, aquí. De todas formas, es una amarga realidad darse cuenta de que demasiado a menudo son sólo los sospechosos habituales quienes son capaces de desafiar las verdades establecidas sobre ese icono de pelos largos y boina.

11 comentarios:

  1. Je, justo acababa de "lagrimizar" las declaraciones.

    ResponderEliminar
  2. :) No me extraña.

    Desde luego, no os quejaréis. Os sirven las lágrimas en bandeja :-P

    ResponderEliminar
  3. También Hitler fue fue muy coherente y nunca abandonó sus principios, y no por eso hay que ponerse una camiseta con su retrato. Me quedo con este comentario de Juan Carlos Girauta, que vale para actores y directores:
    Seres que por lo general han pisado tanta aula como esa cuarta parte de alcaldes españoles que se han de conformar con la ESO, se creen llamados, con el solo bagaje de su calidad como actores, a okupar el espacio público.

    ResponderEliminar
  4. La verdad, estoy totalmente en desacuerdo con Benicio del Toro. Creo que ni siquiera la mitad de los que tienen una camiseta del Ché saben algo de él, igual que los que llevan la bandolera de la estrella roja como Cameron Dían no saben su significado.

    Me sorprende que pongas esa imagen del Ché donde se cuentan esas cosas, sacada de una asociación democrático-cristiana alemana, acusada de estar integrada por neonazis.

    ResponderEliminar
  5. No lo he dicho por decir, y sé que lo que dice la imagen seguramente es totalmente verdad, lo he leído en:
    http://de.wikipedia.org/wiki/RCDS#RCDS_und_Rechtsextremismus

    ResponderEliminar
  6. Lo de Benicio del Toro es de chiste.

    En cuanto a lo otro, la verdad es que no tenía ni idea, y además me sorprende mucho, siendo los alemanes como son para esas cosas, porque la primera vez que vi ese cartel (y la única, hasta que busqué la imagen en internet ayer) fue en el memorial que hay en el antiguo centro de detención e interrogación de la Stasi en Hohenschönhausen (Norte de Berlín), que si no me equivoco debe estar subvencionado con fondos federales y tal. Siendo un lugar como ese el sitio donde lo había visto, ni se me pasó por la mente que pudiera provenir de alguna fuente... sospechosa, por así decirlo. Por lo demás, no sé, lo que leo en Wikipedia (a falta de un diccionario para enterarme mejor) tampoco es información concluyente respecto a la totalidad del grupo, pero ciertamente da que pensar.

    Si te digo la verdad, no escogí la imagen tanto por lo que dice (al fin y al cabo, sólo a ti se te ocurre leerlo :-P) como porque me parece que en sí misma es bastante expresiva.

    En fin, mea culpa: debería haberme informado mejor. De todas formas, no la quitaré ahora porque tampoco tendría mucho sentido hacer eso a posteriori(de ahora en adelante, te hago correctora oficial de cualquier cosa susceptible de meterme en un marrón de estos).

    Visto de otra forma, así los que me llaman fascista tendrán un argumento que lanzar contra mi cabeza, igual con eso se anima un poco el cotarro o vuelven a aparecer mis trolls por aquí :-P

    Gracias por la información, y por seguir pasándote por aquí. Ah, y no olvido tu sugerencia de tema para post; lo que pasa es que estoy aún barruntando sobre ello :-)

    ResponderEliminar
  7. Bueno, la mayor parte de los actores saben mucho de miradas, voces y eso que desde los siglos XVII y XVIII se denomina "humanidad" (y usted sabrá más de eso tan alemanote que yo ;)), pero no tienen ni idea de política ni de nada que se parezca al mundo real. En resumen, son tontos. Mire usted que Charito Piedra (La Stone) tiene un coeficiente intelectual de no sé cuántos cientos, y sin embargo hace poco le echaba la culpa del terremoto al karma de los chinos. La entrevista a Steven Soderbergh, o como se escriba, es mucho más interesante, dentro de la altura intelectual que uno le exige a un auto-proclamado autor independiente en Hollywú.

    Yo sí tengo mucho interés en ver la película. Mucho. Ya nos contaremos, jeje.

    ResponderEliminar
  8. Y bien, ya la he visto: la peli es una porquería sobre todo porque, como película, es muy aburrida. El Che es un predicador: un cura de la revolución, alguien que, en vez de hablar del infinito amor a Dios, la Verdad y la Justicia, habla del amor a la Revolución "verdadera", a la Humanidad y a la Justicia. En definitiva, una pesadez donde sólo destaca la guapura infinita de Camilo Cienfuegos (o de su intérprete).

    Pensé que me pasaría por aquí a analizar la película, jeje.

    ResponderEliminar
  9. Previa investigación googlística, coincido contigo: sí que es guapo el muchacho :-P

    Y por lo demás, pues vaya. Por lo menos podría haber sido digna cinematográficamente (historiográficamente no esperaba yo gran cosa, la verdad, aunque aún retuviera la ligerísima esperanza de estar equivocada).

    En fin, ya opinaré si algún día saco tiempo para verla (mal momento, me temo).

    :) Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. No la vea. Ha captado la esencia de la película sin necesidad de tragarse dos horas de ver a Jesucristo en Sierra Maestra.

    Un burdo panfleto, eso es lo que es esa película. Una buena oportunidad perdida de realizar un retrato fiel de este personaje histórico. Pena.

    Aníbal

    ResponderEliminar
  11. Jeje. Desde luego, a la vista de los comentarios como mucho me la bajaré de Internet (con permiso del canon :-P).

    Otro saludo más.

    ResponderEliminar

Por favor, sean respetuosos. No griten, chillen, insulten ni tiren de los pelos. Recuerden que el español es más bonito que el lenguaje SMS. No confundan conceptos con premeditación y alevosía. El argumento ad hominem es para quienes no tienen argumentos.

[Nota: Si hace más de un mes de la publicación de esta entrada, tendré que revisar su comentario antes de que apareza publicado. Cosas del spam, qué se le va a hacer.]