Leo aquí que Josu Jon Imaz se retira de la vida política tras su previsible derrota frente al sector fundamentalista del PNV. Más allá de que el nacionalismo sea en sí mismo un planteamiento irracional, no cabe duda de que la marcha de Imaz es una muestra más de las múltiples radicalizaciones que desde hace un tiempo se propagan por el espacio político español, afectando de manera creciente a casi todas las formaciones políticas y destrozando lenta pero eficazmente esa apuesta por el entendimiento que fue sin duda uno de los mayores logros de la Transición. La existencia de personajes moderados, aun en el seno de un partido que ya desde sus mismas bases ideológicas y fundacionales tendría pocas cosas positivas que aportar, no dejaba de ser ligeramente esperanzadora. Frente a los esperpentos a los que nos tienen acostumbrados Ibarretxe y sus correligionarios, resultaba saludable ver a alguien capaz de situar sus planteamientos dentro del marco de la legalidad y de un mínimo de responsabilidad política. Desgraciadamente, aquello no podía durar. Parece que en este país --del que también en esto forman parte los vascos, por cierto-- sigue vigente la costumbre de condenar al aislamiento y la soledad a quienes no se suman a las pataletas de unos u otros.
Patada a patada, ya suman otro tanto. Acabarán ganando la partida.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
2 comentarios:
Por favor, sean respetuosos. No griten, chillen, insulten ni tiren de los pelos. Recuerden que el español es más bonito que el lenguaje SMS. No confundan conceptos con premeditación y alevosía. El argumento ad hominem es para quienes no tienen argumentos.
[Nota: Si hace más de un mes de la publicación de esta entrada, tendré que revisar su comentario antes de que apareza publicado. Cosas del spam, qué se le va a hacer.]
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Me gusta tu blog, pero creo que en este asunto tienes un error de percepción.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que Imaz se va del PNV por la presión de los más radicales. Sin embargo, creo que, como todos los nacionalistas, es un lobo con piel de cordero que quiere lo mismo pero por otros medios: la presión social, el adoctrinamiento, la inmersión lingüística, etc. Es decir, ir en contra del individuo y de su libertad porque para él la construcción nacional está por encima del individuo.
http://evasionliberal.blogspot.com
Tal vez me haya expresado mal. En realidad estoy de acuerdo contigo (a eso me refería con aquello de que, tratándose del PNV, partimos de la base de que no cabe esperar nada que no sea, por naturaleza, irracional). Se trata, sencillamente, de que era lo menos malo que había dentro de una formación que, por desgracia, sigue siendo mayoritaria en el País Vasco. Lo menos malo, en este caso, quizá no fuera poco y, desde luego, me parecía preferible.
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